La antorcha olímpica ha aterrizado en la base aérea de Culdrose, en Cornalles (suroeste de Inglaterra), a bordo del avión "Luciérnaga" de British Airways, 70 días antes de que comiencen los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y ya ha comenzado su andadura de las manos del regatista británico Ben Ainslie.
Procedente de Atenas, la llama fue escoltada desde Atenas por la princesa Ana de Inglaterra, el presidente del Comité Organizador de Londres 2012 (LOCOG), Sebastian Coe, el futbolista David Beckham y el alcalde londinense, Boris Johnson.
La antorcha olímpica ha partido este sábado desde el punto más occidental de Gran Bretaña, Land's End (fin de la tierra en inglés), desde donde recorrerá casi 13.000 kilómetros para prender el espíritu olímpico en todos los rincones del Reino Unido.
Ben Ainslie, primer portador de la antorcha y ganador de tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008 y de una de plata en Atlanta 1996, fue escogido por el Comité Organizador de Londres 2012 (LOCOG) ya que, en palabras de su presidente, Sebastian Coe, "es un deportista que trabajó duro para conseguir sus objetivos".
El regatista, de 35 años, es el primero de los cerca de 8.000 relevistas que transportarán la llama por los puntos más emblemáticos del Reino Unido antes de llegar de forma triunfal al Estadio Olímpico de Londres el próximo 27 de julio, marcando así el comienzo de la trigésima Olimpiada de la era moderna.
El medallista inició la andadura en Land's End, área en la que se crió. Tras Ainslie, la joven de 18 años Anastassia Swallow, que forma parte del equipo británico juvenil de surf, fue la segunda persona encargada en transportar la antorcha. Otros tres serán los relevistas, además de Ainslie y Swallow, que portarán la antorcha en Land's End, Eric Smith, de 76 años, Victoria Smith, de 16, y Stephen Brady, de 59.
La llama llegará a todos los rincones
La llama llegará el 27 de julio al Estadio Olímpico para encender el pebetero de Londres 2012, pero antes alumbrará durante su camino las cuatro naciones del Reino Unido -Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte-, así como la capital irlandesa, Dublín.
A pie, en motocicleta, a caballo, en tranvía, en bicicleta, en tren, en barco o incluso en globo aerostático, la antorcha diseminará el espíritu olímpico desde las arenosas playas de Cornualles a las verdes colinas de Escocia. Desde la deshabitada campiña inglesa a las ajetreadas urbes británicas.
La ruta, que durará 70 días y en la que participarán unos 8.000 relevistas, ha sido diseñada para que la llama se encuentre en algún momento del recorrido a menos de 16 kilómetros del 95 por ciento de la población británica.
El Lago Ness en Escocia, el monumento a la independencia escocesa dedicado a William Wallace, el castillo medieval de Caerphilly en Gales o las ruinas de Stonehenge en Inglaterra son algunos de los puntos más emblemáticos por donde pasará la llama, que en total recorrerá 1.019 localidades británicas.
En su ambición de abarcar todos los rincones del Reino Unido, el Comité Organizador de Londres 2012 (LOCOG) también hará llegar la procesión a la isla de Man entre Inglaterra e Irlanda y a las remotas islas Shetland, Orkney y Lewis, en el mar del Norte.
Después de recorrer las principales ciudades británicas como Belfast, Cardiff, Edimburgo, Liverpool, Manchester o Leeds, además de Dublín, la llama llegará el día 10 de julio al palacio de Windsor, donde será recibida por la reina Isabel II.
De ahí seguirá su periplo por la costa sur de Inglaterra hasta adentrarse en Londres el día 21 de julio, una semana antes del inicio de los trigésimos Juegos Olímpicos de la era moderna.
En la capital británica, la antorcha recorrerá todos los barrios y pasará por algunos de los principales focos de atención turística como la Torre de Londres o el Palacio de Westminster, su última parada antes de su entrada triunfal en el Estadio Olímpico.
Durante estos 70 días, la llama pasará de mano en mano de unos 8.000 portadores, la mitad de ellos de entre 12 y 24 años, que se relevarán cada 300 metros. Muchos de los relevistas han sido escogidos por su historia de superación personal, acorde con el espíritu olímpico.
Entre ellos se encuentra Simon Wakely, un chico de 15 años con una severa discapacidad que aprendió a nadar, Holly Hammel, una de las componentes del equipo paralímpico de gimnasia rítmica británico, o Simon Brown, un exsoldado británico al que un disparo dejó ciego en la guerra de Irak mientras protegía a sus compañeros.
Todos tendrán que poner su grano de arena para prender el espíritu olímpico entre la población británica que, hasta el momento, no se ha mostrado excesivamente ilusionada con este evento.
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